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PICASSA
MIS ESCRITOS
El Cid conquista Alicante
Cuando la tropa entró en el Postiguet era domingo y la playa estaba rebosando de gente tomando el sol y el baño. Lo curioso es que solo eran mujeres y niños pequeños.
¿Qué pasa aquí? -preguntó uno de los generales- ¿Dónde están los hombres?.
La contestación la obtuvo de un enorme griterio y una lluvia de flechas desde las almenas del Castillo de Santa Bárbara.
Tranquilos, no pasa nada, sus flechas aquí no llegan, no querrán herir a sus mujeres.
Una de ellas, ya entrada en años, preguntó a otra -¿Quién es ese hermoso mancebo? -Es El Cid, que viene a conquistarnos.
Tumbándose en la arena gritó -A mí primero, que me conquiste a mí primero y si dejo algo para las otras.
Con ojo clínico El Campeador comprendió que el castillo era inexpugnable y tenía que buscar la fórmula para conquistarlo. Coloca su mando en el Monte Tossal, lugar donde siglos después los franceses construirían la fortaleza que se llamaría Castillo de San Fernando.
Por Ricardo Soler.
